Otra de tus historias


Llovía, era una tarde gris, un Otoño cualquiera. 
Te esperaba con lágrimas en mis ojos, no llegaste. 
Ahí en la calle, callé mi sufrimiento ante la gente 
que estaba presente, más tú ausente, no te hallé. 

¿Por qué ahora? Contaba las horas para estar contigo. 
"Es mi amigo", contaste aquella ves cuando me hablaste. 
Lo creí, viaje de lejos y así es el destino. 
Estás con él, y ni un costurero arregla mi de-sastre. 

"Nada se hace el balde", dice mi madre -su experiencia-. 
La ciencia da conocimiento y vive cambios constantes. 
Cambié mi felicidad, no razoné y en este instante 
pierdo la vida por quien la daba, ojalá y él sepa amarte.


Thay


No comments

Powered by Blogger.