En el ensayo de “Casandra y Los
Soberanos: El lenguaje machista en el arte” expusimos cómo todavía, a pesar de las campañas
sobre la no violencia contra la mujer en los medios masivos de comunicación, se
siguen teniendo las mismas concepciones machistas y, peor aún, son premiadas en
los eventos más importantes del país. De igual manera, se pudo observar que
detrás de un tambor se esconde “el ritmo como base de la felicidad” en muchas de las y los quisqueyanos… ¡Sígueme y te sigo mami, pa’ la rumba e’ que
nos vamos! ♪♫
Además de los instrumentos de percusión y
la velocidad en que estén estructuradas las canciones, existe otro factor que
induce al consumo masivo de las mismas: