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La fórmula del éxito: batalla perdida del feminismo contra la industria musical
En el ensayo de “Casandra y Los
Soberanos: El lenguaje machista en el arte” expusimos cómo todavía, a pesar de las campañas
sobre la no violencia contra la mujer en los medios masivos de comunicación, se
siguen teniendo las mismas concepciones machistas y, peor aún, son premiadas en
los eventos más importantes del país. De igual manera, se pudo observar que
detrás de un tambor se esconde “el ritmo como base de la felicidad” en muchas de las y los quisqueyanos… ¡Sígueme y te sigo mami, pa’ la rumba e’ que
nos vamos! ♪♫
Además de los instrumentos de percusión y
la velocidad en que estén estructuradas las canciones, existe otro factor que
induce al consumo masivo de las mismas:
los acordes. Antes de continuar debemos saber qué es un acorde. Imaginemos un acorde como un emparedado con distintos ingredientes a los que llamaremos notas. Existen 7 ingredientes (do, re, mi, fa, sol, la y si) que podemos usar para preparar cualquier sándwich (acorde). De acuerdo a la posición que tengan c/u de las notas (ingredientes) obtendremos una armonía deseada, en nuestro caso el sándwich que nos preparemos. Ahora bien, con 7 ingredientes podemos organizar distintos tipos de emparedado (grados) que estarán nombrados con números romanos del I al VII de acuerdo a la posición que tengan en el menú, al que le pondremos por nombre escala… peleamos, nos arreglamos, nos mantenemo’ en esa pero nos amamos, ay vamos ♪♫♪
los acordes. Antes de continuar debemos saber qué es un acorde. Imaginemos un acorde como un emparedado con distintos ingredientes a los que llamaremos notas. Existen 7 ingredientes (do, re, mi, fa, sol, la y si) que podemos usar para preparar cualquier sándwich (acorde). De acuerdo a la posición que tengan c/u de las notas (ingredientes) obtendremos una armonía deseada, en nuestro caso el sándwich que nos preparemos. Ahora bien, con 7 ingredientes podemos organizar distintos tipos de emparedado (grados) que estarán nombrados con números romanos del I al VII de acuerdo a la posición que tengan en el menú, al que le pondremos por nombre escala… peleamos, nos arreglamos, nos mantenemo’ en esa pero nos amamos, ay vamos ♪♫♪
En este sentido, todas y todos hemos visto
como en los establecimientos de comida te ofrecen combos, un paquete con
distintas cosas del menú. La industria musical no está exenta de esto, por eso
utiliza los distintos emparedados (grados) de su menú (escala), en una
combinación que resulta apetitosa para un público masivo, los círculos armónicos. Teniendo esto en consideración, el
psicólogo y cantautor Aldo Narejos se ha dedicado a crear una serie de videos
explicando cómo los círculos armónicos compuestos por los grados I, V, VI y IV,
lo que él llama la fórmula del éxito,
crean una especie de condicionamiento que hace ver cualquier canción como una
jaula de oro: puede ser de agrado a la vista y valer mucho en términos
monetarios, pero a fin de cuentas sigue siendo una prisión…Am i wrong for thinking out the box from where i stay? ♪♫
En varios de sus videos, Narejos expone
que 1/3 de las canciones en la lista top 100 de Spotify en España mantienen
esta fórmula, señalando hits tales como Bailando
(Enrique Iglesias ft Gente de zona), Moviendo
caderas (Wisin y Yandel ft Daddy Yankee),
Darte un beso (Prince Royce),
e incluso Propuesta Indecente del famoso
cantautor dominicano Anthony “Romeo” Santos.
Y esto no es malo en su totalidad. Es más,
para algunos autores la música no es ni buena ni mala, todo depende del
contexto, el individuo y el producto que se tenga a mano. Además, el arte es
una construcción subjetiva de la realidad que asociamos, comprendemos y
explicamos a partir de los significados que ya conocemos. Por dicha razón
muchos intérpretes de música urbana se refugian en la frase “yo canto lo que
vivo”. Sin embargo, lo anterior no puede ser una excusa pero con una estructura
musical que se repite y se repite hasta el cansancio ¿Cómo se puede abandonar
el patrón de pensamiento?... Ahora entiendo a aquella amiga que me pidió una
lista de canciones porque ya estaba cansada de las que ponían en la radio ¿Se
imaginan ustedes comer el mismo combo del menú todos los días habiendo más
posibilidades?... Peor aún es que quien ofrece el menú no presenta más
variedades, por ende también cabría preguntarnos ¿Cómo podemos ser críticos si
tenemos una perspectiva tan reducida y bombardeada por los medios masivos?
Seamos sinceros, aun no lo queramos, estamos
expuestos constantemente. De igual forma, sabemos que los paradigmas cambian y
sus líderes también, fomentando los mecanismos de identificación y proyección (me gustaría ser como…) del público que
les sigue. La música y sus intérpretes son un claro ejemplo. Marcas de todo el
mundo saben la influencia que tienen y por ello mantienen estrechas relaciones
en el mercado artístico.
En cuanto al factor económico, la
generación de empleos a jóvenes mediante el arte es un buen punto. Los mantiene
alejados de conductas que no son del todo saludables para ellos pero ¿qué pasa son
cuando estos líderes quienes las promueven? El movimiento feminista es uno de
los tantos grupos de personas que se hacen esta pregunta. Mucho más por todos
los logros que ha ido alcanzando a través del tiempo como una mayor inclusión
de la mujer en una sociedad que no le permitía ejercer el voto o estudiar, una
sociedad que le retribuye menos valor a su trabajo que al de los hombres y que
baila y canta con alegría canciones donde aparece como mero objeto sexual… “ya no sé qué hacer, no sé con cuál quedarme;
todas en la cama saben cómo maltratarme ♪♫”.
Por lo que es de entender que la guerra ha sido declarada en contra de
toda música que posea contenido machista y/o vulgar. Pero, si me preguntan
quién ganará, les diré que por ahora van perdiendo l@s feministas.
Esto así debido a que suprimir todo tipo de música con expresiones
machistas no solucionará nada pues, como dijimos en uno de los ensayos
anteriores, el lenguaje (palabra y sonido) y el pensamiento (significado) no
pueden separarse. Y es por eso que podemos presenciar a los mismos medios de
comunicación masivos repudiando la violencia en contra de la mujer (palabra y
sonido), pero al mismo tiempo apoyando las canciones adictivas con contenido
machista (pensamiento) que contienen la fórmula del éxito en esta batalla. En
la sabiduría popular, el porqué de esto hallaría su respuesta en el refrán que
dice “del dicho al hecho hay mucho trecho”.
En este sentido, y para lograrlo, se necesita de un cambio en esta forma de
actuar/pensar tan incompatible.
Un proceso como este, al igual que muchos otros, puede generar
incertidumbre; aunque quienes apoyan el avance de la mujer en la sociedad y aquellos
que velan por la inclusión de sectores marginados en la producción de arte,
saben esto perfectamente y lo han vivido. Lo que a mi entender sucede es que de
manera pública existen palabras que no se corroboran con los hechos.
Mientras que en los medios de comunicación aparecen cifras; en las canciones, líricas. Ambas
describiendo una realidad, y en este punto he de decirles que presentar lo que
se vive a diario no es suficiente. Todas y todos sabemos que así como se
repiten los mismos círculos armónicos una y otra vez, de igual manera se
escenifican los círculos de violencia en el diario vivir. No podemos darnos
el lujo de seguir reforzando esto. Y mucho menos cuando sabemos que el lenguaje
en cualquiera de sus expresiones es un instrumento que regula el pensamiento y
la acción…Más o menos algo así como “dilo 1000 veces y se volverá realidad”.
Si me permiten una sugerencia a quienes
buscan lograr un cambio, les diré que deberán re-presentar su realidad y una manera de hacerlo es mediante el
arte, no la supresión del mismo. El amor (aceptar a los demás en su diversidad)
ha sido lo que ha permitido que evolucionemos como seres humanos y esto se ha
logrado mediante el consensuar de las partes involucradas a través del tiempo,
nunca mediante el rechazo…“Hay engaños
que por años ocultaron la verdad haciendo mucho daño…yo me voy a refugiar en la
tierra de tu amor, mi verdad” ♪♫
Por eso, conozcámonos…La música latina se
diferencia de la clásica en Europa y el jazz de Norteamérica por su sonoridad. En las canciones latinas, la intensidad
percibida del sonido es mucho más alta. ¿Curioso no? En la expresión musical existen
los mismos rasgos de nuestra sociedad, pero pongamos el ejemplo con nuestro
país, República Dominicana. Un país lleno de ruidos, donde para hablar debemos
hacerlo con un volumen de voz alto. Parecería como si no nos escucharan, o
mejor dicho, queremos ser escuchados, cosa que sucede comúnmente…se oye pero no
se escucha.
Lo mismo pasa con el movimiento feminista
y la música creada a partir de lo urbano. El primero por ser una voz que se
alza cada vez más y, el segundo por no guardar silencio en ninguno de sus
compases…
Si
solo escucháramos, tan solo eso… nos daríamos cuenta que no estamos solos en
esta gran oscuridad conflictiva. Con un poco de luz contemplaríamos nuestras sombras
y, con ello, se podría lograr más de lo que se ha presenciado hasta ahora ya
que tal como explica Rolando Benenzon:
“es en el silencio donde verdaderamente se tiene la oportunidad de conocer al
otro”.
Referencias
Casado, M., Castillo, P., Gonzáles, C.
& Reyes, N. (2013). Dembow y mensaje social. Pendiente de publicación.
Santo Domingo, República Dominicana: INTEC
Schwarcz, Violeta. (s.f.). El arte como
construcción de conocimiento, dicotomía con el conocimiento científico.
Narejos, A. (2015). La fórmula del éxito
¿Cuántos éxitos tienen los mismos 4 acordes? Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=IR34zrMCu2Y
OficialMana. (2015). Maná - "Mi
Verdad" a dueto con Shakira (Archivo de vídeo). Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=ZuupMrAhGXw
DaddyYankeeVEVO. (2015). Daddy Yankee -
Sígueme y Te Sigo (Archivo de vídeo). Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=EfF9EE6ZR5E
Nico & Vinz. (2013). Nico & Vinz - Am I Wrong (Archivo de
vídeo). Recuperado
de: https://www.youtube.com/watch?v=bg1sT4ILG0w
jBalvinVEVO. (2014). J. Balvin - Ay
Vamos (Archivo de vídeo). Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=TapXs54Ah3E
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